30 jul 2012

La esencia


Te sonríe, te enfurece, te zarandea y vuelve a por ti.

A menudo te sostiene y en ocasiones te deja caer.

Cada paso lleva a otro, cada camino es un nuevo reto, cada día es otro día…

Eso es vivir, eso es la vida.

Y una mañana, así, sin más, te devuelve al pasado y lo convierte en presente.
La misma gente pero diferentes personas, las mismas bocas con diferentes sonrisas,  los mismos ojos  en diferentes miradas.

No sabes si será bueno o malo, si eres valiente o tal vez de los que se dejan llevar.
Te tiemblan las manos y a su vez te sientes en casa….y solo tienes dos caminos: dejar pasar el momento o darte la oportunidad de redimirte por aquello que hoy está, pero habías olvidado.

Nunca has sido cobarde aunque en ocasiones hubieses querido serlo.
Nadie dijo nunca que fuese tan sencillo saber quien hay detrás de nuestras vidas.
Solo un abrazo te lleva al momento clave…al instante en que descubriste que la esencia no se crea; EXISTE.

Y a pesar de las idas, las venidas y los giros, lo que somos nunca cambia.
Podemos tener más, ser menos, estar tristes u ofendidos, pero la esencia no varía.

Y un buen día, la vida te reta y tú aceptas el pulso y te hace darle las gracias por llevarte al punto de partida.

Y una vez allí te das cuenta de que existen personas de las que puedes olvidar su voz, su cara y su pasado….pero nunca podrás olvidar quienes son, pues aunque no recuerdes lo que fueron, nunca dejaron de ser parte de ti.

29 jul 2012

Miradas de trapo


Desde pequeños…lo que queremos supone sacrificar algo que también queremos.

Nos aplican la técnica del chantaje desde que tenemos uso de razón: si te lo comes todo, vamos al parque; si duermes la siesta, vamos a la piscina; si estudias mucho, serás alguien en la vida; si sacas buenas notas, irás al campamento…

Y al hacernos adultos… ¿seguimos sacrificando nuestra vida por no defraudar?
En nuestras relaciones de pareja, ¿tenemos lo que queremos y queremos lo que tenemos?

En Asia y África aun existen (y seguirán existiendo puesto que es parte de su cultura) matrimonios preestablecidos en función del linaje, de la dote… y no pestañeamos a la hora de ser críticos, puesto que consideramos que el derecho a elegir por nosotros mismos es básico.
Y mientras en Dheli un padre trabaja para ahorrar y poder pagar que se casen con su hija, nosotros nos enamoramos de la persona más maravillosa del mundo, de la que nos completa, de la que comparte nuestras aficiones….y lo mejor de todo: es recíproco.

En ocasiones la complicidad nunca acaba, en otras ambos se dan cuenta de que no queda nada por lo que mantener la relación, a veces solo uno se da cuenta y hace al otro entenderlo, y otras muchas…simplemente nos acomodamos y pasamos el día a día conviviendo con alguien que nos irrita más que excita, con quien compartir aficiones supone un esfuerzo y la única complicidad que existe es la de fingir delante de los hijos, amigos, familiares que son la pareja del año.
Venga!! Vamos a hacer como cuando éramos pequeños y queríamos que nos comprasen una bicicleta. Empecemos a sacrificar!

Comenzaremos con las cosas básicas: los fines de semana siempre los has pasado con tus amigos; sobre todo los sábados que os juntáis en casa de uno y charláis entre cervezas de la semana, del pasado, del futuro, de futbol, de hombres, de trabajo….de lo que sea.
Pero desde que empezasteis juntos, os apetece ir al cine, pasear, dedicaros el sábado el uno al otro.

Cuando dejas de tener la ceguera que causa la primera etapa del enamoramiento, comienzas a echar de menos ver a esos amigos.

Hace mucho que no quedas con ellos y en este tiempo a Jose le han despedido, a Claudia la han ascendido, Rosa va a ser madre por segunda vez y a Emilio le engaña su mujer….y todo esto lo sabes por el Facebook….
Así que hablas con tu pareja, la cual no soporta a tus amigos por que dice que son irresponsables, inmaduros y no van contigo, y le comentas que te gustaría parar la tarde-noche de sábado con ellos por que hace meses que no les ves.

Tu pareja, a modo reflexión te dice:
  •           Y yo que hago?
  •           Vente si quieres.
  •           No, ya sabes que no me acaban de caer bien.
  •           Pues no se, queda con tus amigos.
  •           Vale….

Te duchas, te vistes, te peinas y perfumas y te llega un mensaje:
  • Te pasa algo conmigo?
  • No, por qué?
  • No se….es que siempre has querido pasar el sábado conmigo y hoy…
  • Solo es que hace mucho que no los veo.
  • Ya…bueno, si son más importante para ti que yo... (CHANTAJE)

El resto de la historia ya se sabe…
  •           Que sí, que te quiero mucho, que te echare de menos, que bla, bla, bla….

Al día siguiente (o tal vez dos días más tarde) y con la excusa más absurda del mundo (no le has dado un beso cuando has llegado, no le has mandado un mensaje para darle las buenas noches puesto que te has dormido en el sofá)….tu pareja entra en cólera y te echa en cara que elegiste pasar el día con otros que no eran ella. Así que decide castigarte (sin que tú sepas que es un castigo) y decide que no tiene tiempo a penas de verte durante una semana.
Evidentemente, el sábado siguiente cuando le dices que quieres que lo paséis juntos…se acaba la discusión. De nuevo os queréis con locura.

Y ahí acabas de dejar de jugar al scalextric para ponerte a hacer los deberes y poder ir mañana al parque de bolas….como cuando eras niño.

Después de eso, te comprar un piso al lado de tus futuros suegros porque tu pareja decide que es lo más cómodo, os casáis porque a la abuela le hace ilusión y, aunque nunca creíste en la Iglesia, lo haces en ella porque es la tradición familiar, viajas a la Riviera Maya cuando lo que realmente quieres es ir con la mochila a África, tienes un hijo a los 32 porque todos los amigos del grupo ya tienen uno, te compras un monovolumen cuando lo que siempre has querido es un deportivo….dejas de tener casi nada en común con tu pareja (os une una hipoteca ,un hijo y un circulo social) pero no te paras a pensar en separarte porque….¿quien se quedaría el coche? ¿El perro? ¿Los niños? ¿La tele? ¿Que pensarían tu familia, tus amigos, tus vecinos?

¿Como sería tener una relación de pareja si desde que somos niños las viviésemos como queremos hacerlo, en vez que como nos han enseñado que se deben vivir?

No sé si sería más fácil o más difícil pero sí que sería más honesto.
No habría eternos amantes, no diríamos Sí cuando queremos decir NO, tu te irías a África mientras tu pareja disfruta en Riviera Maya, estaríais juntos cuando ambos quisierais estarlo, seguiríais manteniendo las relaciones con los amigos, os comprometierais hasta donde quisierais hacerlo y durante el tiempo que quisieseis estarlo.

Tu serías parte de tu pareja y tu pareja de ti, pero conservando la independencia, la confianza, tus gustos, tu escala de valores…conservando el brillo en los ojos y sin que cuando os veáis al llegar a casa tengáis miradas de trapo.

Pero, a fin de cuentas, hacemos lo que nos han enseñado.


27 jul 2012

De paso...


¿Cuantas cosas dejamos de decir por falta de momentos para hacerlo? ¿Cuantas veces tenemos buenas palabras hacia personas que están de paso en nuestra vida, pero nunca ante ellas?

Valoramos a familiares, amigos, compañeros…y en ocasiones nos olvidamos de aquellos que pasan por nuestra vida de forma fugaz. Un día, sin preverlo, entran en ella en un viaje, un trabajo, una cena y permanecen en nuestro entorno dos semanas, un mes…y de nuevo llega esa rutina de la que esa persona no es parte. Nos mandamos media docena de correos, nos llamamos un par de veces y un, día, te acuerda de él por una foto, por un momento puntual…y calculas el tiempo que ha pasado desde la última noticia y decides olvidar la idea de escribirle o llamarle porque han pasado meses y no te ha llamado ni escrito un correo. Y nosotros tampoco lo hemos hecho, y creemos que es frio o inadecuado hacerlo pasado un tiempo limite que nosotros mismos limitamos.

Y así pasan meses, años…y hoy miramos hacia atrás y pensamos en los cambios que han sufrido nuestras vidas en la última década; algunos buenos, otros adecuados, otros drásticos….y en las personas que han influido a la hora de tomar decisiones.
Evidentemente, los que tenemos cerca siempre, en menor o mayor media, influyen: pareja, hijos, padres, hermanos, amigos…..pero, hay ocasiones en que quien nos hace dar el paso definitivo es aquella persona que recordamos con mucho cariño, de la que nos gustaría saber algo pero el tiempo limite que  pusimos para llamar ya pasó.

¿El pasado pisado?
No creo que sea así. Todo lo que nos ocurrió tiempo atrás, nos ayuda en el presente. Lo malo, lo convertimos en una experiencia de la que aprender y lo bueno….nos lo deberíamos quedar o, al menos, valorar.

Y, ¿por qué no darle un valor a ese extraño que se cruzó y sin darse cuenta te dio el empujón para un cambio a mejor? Porque...¿hace mucho que no sabes de el?  Nunca es tarde para dar las gracias.

Invertimos mucho tiempo en la crítica y muy poco en el agradecimiento. Y no vamos a engañarnos: las tecnologías están a favor de los tímidos u orgullosos.
Antes nos teníamos que llamar para discutir o para reconciliarnos. Ahora tan solo hemos de entrar a cualquier red social o mandar un whatsapp para decir sin hablar y ver sin mirar.

A todos nos gustaría saber si alguna vez fuimos importantes para alguien y, tal vez, si empezamos por decir quien lo fue para nosotros, el pasado nos devuelva una sonrisa.


26 jul 2012

Malos los anónimos, víctimas los conocidos.


Cuando quieres a alguien….todo es justificable??  

Llamamos a quien roba, ladrón; a quien insulta a su pareja, maltratador; a quien engaña, mentiroso….y lo hacemos con fuerza y de forma visceral. Es un ladrón! Estafador! Delincuente! Así se pudra en la cárcel!
Pero…cuando esas personas dejan de ser caras extrañas y tenemos fotografías desde la infancia junto a ese ladrón, ese delincuente….queda eximido de culpa??

Dejan de ser el alimento de nuestra ira y se convierten en pobres canallas que han tenido un momento difícil en su vida y se les ha ido la cabeza. Pasan de ser malos a ‘’no sé que le habrá dado ya que en el fondo es buena persona’’, de ser cabezas de turco a ser victimas de ellos mismos.
Porque, al parecer, saber el nombre de sus mascotas o sus hijos los convierte en grandes personas con pequeños malos momentos.

Nos llenamos las bocas dedicando “lindeces” a políticos, directores de bancos, constructores, traficantes, corruptos….y cuando los tenemos a la derecha de nuestro codo en una cena obviamos que son conscientes de lo que están haciendo, que no van a dejar de hacerlo y por ello….para que decirles nuestra opinión? Para que se ofendan?

Pedimos a gritos y en masa justicia por causas ajenas y somos, en muchas ocasiones, incapaces de aplicarla en nuestras propias casas, con nuestros propios amigos.

Si Charles Manson hubiese sido compañero nuestro de escuela…seguiríamos viendo sus actos de forma tan atroz? O solo sería un enfermo que tenia carencias afectivas?

Si Iñaki Urdangarin fuera nuestro compañero de paddle…seguiríamos viéndolo con un presunto ladrón de guante "real"? O seria….el “cabrocete” de mi compañero, un empresario ambicioso y listo?

Criticamos el derroche, la infidelidad, el robo, la especulación, el asalto, las deudas, los sueldos de los futbolistas, todo. Pero si quien derrocha comparte con nosotros, es generoso; si en la infidelidad tu eres el infiel, eres un pobrecito que sigue con la misma vida por los niños; si eres el amante, pobrecito “mi infiel” que sigue con su mujer por los niños;  si quien roba es tu vecino y se lleva un bolso para su mujer de una gran firma….solo dices: vaya huevos tiene el tio!! Esas empresas tienen seguros, hombre!! Vaya bolso le ha regalado!......y así con todo… o acaso nos quejaríamos de los sueldos de los futbolistas si fuésemos uno de ellos?? Iríamos corriendo a renegociar nuestros contratos porque ese dinero nos parece abusivo….sí, seguro...

Mi conclusión: somos incapaces de medir la misma circunstancia en diferentes personas por el mismo rasero.
Hipocresía? Puede que sí.
O puede que inconscientemente no demos la misma importancia a las noticias de la televisión que a las que vivimos en directo, aun siendo similares. 
Oímos lo mismo pero lo escuchamos de manera distorsionada, hacemos lo mismo pero lo nuestro está justificado. En definitiva, hacemos una compresión parcial acorde con nuestros intereses emocionales, económicos o sociales…que es muy cómodo, y dejamos los insultos y las críticas para los anónimos, que también es muy cómodo.

Si Brenda Ann Spencer hubiese sido la hija de un íntimo amigo de Bob Geldof existiría esta canción?

Supongo que no...

24 jul 2012

Yes, I am

Hay momentos en los que las circunstancias nos hacen bajar la voz e incluso llegar a callarnos. 
Hay circunstancias que nos obligan a no poder expresarnos, dejando una espina enquistada en alguna parte de nosotros que molesta, pero no llega nunca a doler.
Hay obligaciones que aceleran en exceso el ritmo de vida y nos hacen dejar a medias cosas que sí son importantes.
Frenar...es lo que desde hoy voy a hacer. Frenar para que ni las obligaciones, ni las circunstancias, ni los momentos fugaces hagan que baje la voz, que no me exprese, que no diga lo que para mí y, tal vez, para alguien, es importante.
Frenar para darle importancia a lo que la tiene y en ocasiones descuidamos: el poso; MI POSO.